LA FAMILIA IDEAL

Existen conferencias, libros, predicaciones y consejería que tienen la sincera y hermosa intención de enseñarnos a los cristianos a tener la familia perfecta. He visto libros y conferencias llevando como título “Una familia conforme al corazón de Dios” o “La familia cristiana ejemplar” etc. Estos libros y conferencias llevan temáticas de cómo ser un varón conforme a Dios, como ser una esposa virtuosa, y como ser o tener unos hijos ejemplares.

Pero me he dado cuenta de algo que considero no sano. Cuando somos constantemente expuestos a esta información y retados a ser de esa manera, comenzamos a *idealizar la familia* surgiendo en nuestra mente y corazón, un imperioso y hasta obsesivo deseo de tener la familia cristiana de ensueño.

No esta mal tener el deseo de tener una bonita familia, el problema surge cuando volvemos a la realidad y volteamos a ver a nuestra familia y nos damos cuenta que está muy lejos de ser como la familia que nos confeccionaron. Vemos que nuestra familia no es una familia perfecta, el esposo tiene muchos defectos y luchas, la mujer para nada es virtuosa sino que batalla mucho con su carácter, y los hijos, pues muchos de ellos ni siquiera son cristianos.

Al contrastar a nuestra familia con lo que nos han dicho los conferencistas y escritores, entonces viene una gran decepción y a la vez frustración, y peor aún, una desesperanza debido a la impotencia de no poder tener una familia de cuento de hadas.

Tristemente esta doctrina de “la familia perfecta” ha venido a golpear nuestra concepción del evangelio. Llegamos a creer que si no tenemos una familia así es nuestra culpa, somos irresponsables, o Dios no nos ama, o tenemos poca fe, o realmente ni cristianos somos... ¡Esto es muy peligroso!

Creo de todo corazón que debemos aceptar la realidad de tener una familia imperfecta, mas bien "feíta" y debemos aprender a amarla así; aprender a amar a cada miembro como es, con todo y sus notables imperfecciones (pues somos humanos caídos), por supuesto sin dejar de luchar en fe, con la esperanza que Dios algún día pueda corregir lo deficiente en su tiempo. "Haciendo él en vosotros lo que es agradable a él por Jesucristo." (Heb 13:21)

Deberíamos (en lugar de estar idealizando y forzando las cosas, y estar inconformes con nuestra familia) aprender a amar a nuestra esposa con su mal carácter, a nuestro esposo con su desdén, y falta de varonilidad y a nuestros hijos anqué no crean en Jesucristo. Si, debemos aprender a valorar, apreciar y agradecer a Dios por la familia que tenemos aunque no sea como de película cristiana gringa; Aunque no sea como de foto deportada de Facebook, aunque diste mucho de ser la familia que "debería" de ser.

Aprendamos a confiar en las promesas del Señor, seamos pacientes y dejemos a nuestra familia y a nosotros mismos en sus Poderosas Manos. Pero no dejando de esforzarnos en el Señor, conforme a su gracia y medida de fe que ha depositado en nosotros. Pues "Fiel es el que os llama, el cual tambien lo hará. (1a Tes 5:24).

No caigas en la ilusoria fantasia de idealizar a tu familia... ámala como es. 


Reflexión escrita por el pastor Serafin Romero el 15 de Marzo del 2021





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